LA RESPONSABILIDAD
Enseñar a los hijos a ser responsables es el mejor regalo que les podemos dar, porque aumenta la capacidad de cuidar de sí mismos y aprenden a ser adultos responsables.
Casi todos los niños se convierten en responsables pero es una tarea lenta y a largo plazo, por ello hay que tener paciencia y no tirar la toalla.
La responsabilidad es la habilidad para responder y decidir apropiadamente y con eficacia. Para que la respuesta sea efectiva debe permitir al niño conseguir unos objetivos que refuercen sus sentimientos de autoestima.
Además debe existir un toma y daca, ya que ningún niño que no consigue recompensa o alabanza por su comportamiento aprenderá a ser responsable. A veces la gratificación ha de posponerse hasta que no se alcancen hasta que no se alcancen acuerdos con otras personas. Para empezar hay que asegurarse que cumplen cualquier tipo de promesa que hagan.
Los padres han de ayudar al niño a obtener un equilibrio entre sus objetivos y los de los demás.
Un niño responsable tiene menos sentimientos de culpabilidad y ansiedad y aumenta su autoestima.
El sentido de la responsabilidad aparece cuando:
- se le encomiendan tareas propias de su edad
- se le informa de la eficacia de sus respuestas
- se le informa de las alternativas más adecuadas para diferentes situaciones
- todos aprendemos de nuestros errores, pero antes hay que saber en qué fallamos, si no es así no podemos cambiarlo.
- los niños necesitan padres tolerantes y pacientes al mismo tiempo que claros y coherentes.
